BÁSICO: Pollo asado (con guarnición)

El otro día una seguidora me comentó que le tentaba mucho hacer la receta de Pollo relleno asado en su jugo, pero que le daba un poco de respeto empezar por esa receta cuando nunca había asado un pollo en su vida.

Y aunque, para los que ya tengan un poco de experiencia, la receta es fácil de seguir, si es cierto que siendo más novatos, a lo mejor es preferible empezar por una receta más básica.

Si ya has horneado pollo alguna vez, esta receta no será muy interesante para ti. Pero si nunca te animaste a hacer un clásico pollo asado, ésta es una buena forma de empezar.

Ale, vamos al lío...

Ingredientes (para 4 personas aprox.):
- 1 pollo (si es campero, siempre es mejor)
- sal
- pimienta negra
- aceite de oliva virgen extra
- vino blanco (opcional)
- caldo de pollo casero (opcional)

Preparación:
1. El pollo puedes asarlo entero o cortado a la mitad (o a cuartos si necesitáis piezas impares). Personalmente lo preparo cortado a la mitad, básicamente por la comodidad de darle la vuelta, para asegurarme de que se asa uniformemente y para aromatizarlo con más facilidad. Si bien es cierto que, por lo general, hornearlo entero conserva más la humedad interna.
2. Precalentamos nuestro horno arriba y abajo a 180ºC, si usas ventilador deberás bajar la temperatura a 165-170ºC.
3. Pincelamos una fuente rustidera con unas gotas de aceite, al igual que toda la superficie de nuestro pollo.
4. Lo salpimentamos, presionando para que quede bien impregnado, colocamos la piel para arriba (si lo asas abierto) y vertemos 100 ml de agua o caldo de pollo en la fuente (¡ojo!, hacedlo encima de la rustidera, no encima del pollo o le quitaréis todo el salpimentado).
5. Precalentado el horno, introducimos la bandeja en el horno a media altura y dejamos hornear durante 15 minutos. Eso sí, os recomiendo que vayáis vigilándolo para aseguraros de que no se queda sin líquido. Si ves que le falta líquido, puedes ir añadiendo chorritos de agua o caldo al fondo de la rustidera.
6. Pasados los primeros 15 minutos, le damos la vuelta al pollo y horneamos otros 20 minutos más, asegurándonos nuevamente de que no pierde humedad y bañándolo de vez en cuando con su jugo.
7. Transcurridos los 15 minutos, vertemos 200 ml de vino blanco, damos de nuevo la vuelta al pollo y lo horneamos otros 15 minutos.
8. Tras este tiempo, un pollo de tamaño medio suele estar en su punto. Al menos en mi caso, después de más de 15 años, nunca he tenido queja jajajaja Pero como cada horno es un mundo y cada persona tiene sus gustos, estos últimos 15 minutos son los más personales. Los que puedes reducir, si ves hecho el pollo antes, o alargarlos, si crees que aún le falta un poco.
9. Una vez en su punto, lo sacamos del horno dejamos reposar 5 minutos y servimos acompañado de una ensalada sencilla o algo más compleja (ideas aquí), una guarnición de verduras o legumbres, algún tipo de patata (ideas aquí), arroz (ideas aquí) o incluso pasta.
10. Comemos y a disfrutar ^_^

Trucos y Sugerencias:
- Es habitual hechas el vino al principio, pero después de vérselo hacer a mi madre como os explico, me he acostumbrado a hacerlo así y reconozco que me gusta mucho más el resultado.
- Igualmente, al comienzo, lo que suelo poner en la rustidera es sólo agua, pues el caldo tiende a caramelizar, por eso prefiero dejarlo para el momento de darle la primera vuelta.
- Si quieres simplificarlo aún más, puedes hornear el pollo de seguido durante 45 minutos, teniendo cuidado de que no se seque o poniendo un recipiente apto para horno lleno de agua en la parte inferior del horno.
- Para darle más aroma, podemos espolvorear el pollo con las especias que más nos gusten. La variación en algo tan simple, nos da mucho juego a la hora de variar la receta, a pesar de ser tan simple.
- También podéis incluir dientes de ajos, cebolla en juliana, champiñones, patatas,... El pollo asado es sencillo de hacer, sabroso, vistoso, cómodo,... Todo un comodín.
- Además, si reduces la cantidad de aceite al mínimo como os indico (pincelando), usas caldo desgrasado y prescindes del vino, tienes una dieta ligera muy rica y apetitosa.

Aprovechamiento:
- Si te sobra pollo asado, no te resignes a comerlo tan cual frío y seco, pero menos aún lo tires. El pollo asado que te sobra es perfecto para hacer croquetas, ensaladas, salteados,... De hecho, siempre que horneamos pollo, hacemos cantidad de más para utilizarlo en otras preparaciones.

Pronto os pondremos recetas que os den ideas para aprovechar el pollo asado restante.

Nos leemos pronto... ¡buenas cocinillas a todos! ^_^