Crema tostada de calabacín
Al final de la receta podréis ver la versión con jamón ^_^ |
Esta receta es tanto para tomar fresquita en verano, como calentita en invierno.
Es sencilla de preparar, muy sana y realmente deliciosa. Es de las primeras recetas que hice yo sola hará unos cuantos años, y le guardo mucho cariño. De hecho fue la receta que realmente me dio a conocer una hortaliza increíble en la cocina, el maravilloso calabacín.
El calabacín, que viene a ser entre un pepino y una calabaza (simplificando mucho), es una hortaliza de la que os hablaré en una entrada a parte, pues es ideal para las dietas hipocalóricas y la alimentación en general. Además de tener un valor culinario.
He llamado a la receta "tostada", no por el pan tostado que la acompaña, si no por el hecho de que se utiliza el calabacín sin pelar y todas las hortalizas doradas en la cazuela. Lo que le confiere a la crema un color tostado.
Y sin enrollarme más... Ale, vamos al lío...
Ingredientes (para 4 personas aprox.):
- 1 kg de calabacines (2 grandes o 3-4 medianos)
- 1 tomate maduro
- 1 patata mediana
- 50 grs de queso rallado fundente
- 50 ml de nata o queso crema
- 1 l de agua o caldo de verduras
- 4 rebanadas de pan
- 1 diente de ajo
- 4 lonchas de jamón curado
- perejil o hierbabuena
- limón
- sal
- pimienta (mezcla de negra, blanca y rosa)
- aceite de oliva virgen extra
Preparación:
1. Lo primero va a ser dejar preparadas nuestras verduras. Los calabacines los lavamos muy bien con agua fría. Les quitamos los extremos, cortamos por la mitad longitudinalmente (vamos, a lo largo) y hacemos rodajitas de 1'5 centímetros más o menos. Reservamos.
La patata la pelamos con un pelador, la lavamos muy bien y la cascamos en trozos no muy grandes (nuestra patata dio para 6-8 trocitos). Reservamos.
El tomate lo lavamos, quitamos el pedúnculo y troceamos en 8 trozos similares. Reservamos.
2. Y ahora toca cocinar... En una cazuela, ponemos 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra junto al diente de ajo pelado. Ponemos a fuego medio-fuerte y cuando empiece a dorar el ajo por ambos lados, lo retiramos.
3. Añadimos el calabacín, lo salpimentamos ligeramente y dejamos que empiece a dorar.Cuando esté dorado, introducimos la patata, la salpimentamos también y damos vueltas hasta que tome un poco de color.
4. Es el turno de añadir el tomate, lo salpimentamos un poco, y removemos para que se integre bien. Cuando empiece a freírse, bajamos el fuego, volvemos a poner el ajo y tapamos la cazuela.
5. Tanto el calabacín como el tomate soltarán su jugo. Aquí tenemos que estar atentos, porque puede consumirse muy rápido. En el momento que se haya consumido casi en su totalidad el jugo, le añadimos el agua o caldo. Removemos muy bien y dejamos cocer unos 30 minutos a fuego lento o hasta que esté toda la verdura tierna.
6. Con las verduras ya blanditas es la hora de batir. Ponemos las verduras donde vayamos a batirlas y batimos hasta dejar una mezcla muy fina. Si vemos que está muy espeso y no bate bien, podemos incorporar un poco de agua o el caldo que notemos que necesita. La textura debe ser cremosa. Si la queremos muy fina podemos pasarla por un colador o un chino.
8. Volvemos a volcar en la cazuela, ponemos al fuego medio y rectificamos de sal. Incorporamos el queso y la nata, removemos bien hasta integrarlo todo bien. Dejamos que caliente todo junto un poco y listo.
9. Servimos, comer y a disfrutar ^_^
Versión en caliente: Si quieres servirla en caliente, la puedes servir ya, acompañada de perejil, jamón curado cortado a trocitos y cuadraditos de pan tostado o frito, además de un cuenco con más queso rallado para el que quiera.
Versión en frío: Dejaremos que temple la crema y la meteremos al frigorífico durante unas 4 horas mínimo. Serviremos acompañada de perejil o hierbabuena (la hierbabuena le da más frescura, pero no os paséis o matará el sabor de la crema) y unas gotitas de limón
- Ya sabréis, u os habréis dado cuenta, que no me gusta la cebolla, ni sus parientes más cercanos, y por eso no los incluyo en las recetas. En este caso, le vendría bien 1 puerro o 1/2 cebolleta (nosotros no pusimos porque personalmente no me gusta). Lo meteríamos en la cazuela justo antes del calabacín, salaríamos y cuando estuviese pochado, pondríamos ya el calabacín.
- No os recomiendo cebolla fuerte o demasiada cebolla, o matará el suave sabor del calabacín.
- Yo suelo hacer mucho cantidad y la congelo en tupers de 1 ración, porque siempre hacen un apaño.
- Nosotros no le quitamos la piel al calabacín, pues es ahí donde residen la mayoría de las propiedades beneficiosas de esta hortaliza.
Nos leemos pronto... ¡Buenas cocinillas a todos! ^_^
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